INMOVILIZACIÓN DEL PACIENTE POLITRAUMATIZADO
1. INTRODUCCION
Ante todo paciente politraumatizado, la asistencia debe comenzar en el
lugar del accidente. Tras la evaluación inicial, y una vez atendidas las
lesiones con riesgo inminente de muerte, se procederá a la inmovilización y
traslado. Si un paciente, tras un accidente está atrapado, se solicitará la
asistencia de los equipos de desincarceración y extricaje.
En la atención
inicial del paciente politraumatizado podemos distinguir tres fases:
1ª- Movilización en
el lugar del accidente.
2ª- Transporte hacia
el hospital receptor.
3ª- Transferencia al
hospital receptor.
En cada una de las
fases citadas serán empleadas distintas técnicas de inmovilización previas a la
movilización del accidentado.
2.- OBJETIVOS DE LA INMOVILIZACIÓN
2.1.- Limitar los movimientos.
2.2.- Evitar el dolor y el shock.
2.3.- Disminuir el daño a tejidos cercanos a la lesión.
2.4.- Corregir la deformidad.
2.5.- Disminuir el sangrado.
2.6.- Limitar el efecto iatrogénico.
3.- CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS DISPOSITIVOS DE INMOVILIZACIÓN
3.1.- Deben inmovilizar adecuadamente.
3.2.- Ser utilizables para todo tipo de pacientes.
3.3.- Ser de fácil utilización.
3.4.- Permitir el acceso a la vía aérea del paciente.
3.5.- Ser radiotransparente (sin componentes metálicos).
4.- SIGNOS/SÍNTOMAS QUE INDICAN INMOVILIZAR LA COLUMNA VERTEBRAL
4.1.- Clínica de déficit neurológico (sensitivo o motor).
4.2.- Alteración del nivel de conciencia (Glasgow<15).
4.3.- Dolor en cualquier punto de la columna de
manera espontánea o a la palpación.
4.4.- Shock neurogénico.
4.5.- Priapismo.
4.6.- Deformidades anatómicas de la columna.
4.7.- Incapacidad para comunicarse.
Debemos tener en cuenta que la ausencia de un déficit neurológico no
descarta una lesión ósea o ligamentosa de la columna ni otros problemas que
supongan una sobrecarga para la médula espinal.
En caso de duda: inmovilizar.
5.- PRINCIPIOS GENERALES DE INMOVILIZACIÓN DE PACIENTES
5.1.- Mantener alineados las líneas y ejes del cuerpo.
5.2.- Almohadillar
en los puntos donde las eminencias óseas se ponen en contacto con la férula.
5.3.- No reducir fracturas en el lugar del accidente como norma general.
5.4.- En
fracturas de metáfisis de huesos largos inmovilizar la articulación proximal y
la articulación distal.
5.6.-Si
existe una herida, cubrirla con un apósito estéril antes de colocar la férula.
COLOCACIÒN DEL COLLARIN CERVICAL
1.- DEFINICIÒN
Dispositivo que nos
permite proteger la columna cervical de compresión, ya que la carga inevitable
que se produce entre cabeza y tronco se transfiere al collarín y no al cuello.
En el politraumatizado la inmovilización cervical siempre es una
prioridad y se realiza simultáneamente al manejo de la vía aérea, por las
consecuencias que puede acarrear una lesión vertebral con manipulación
incorrecta.
La columna debe ser inmovilizada en posición neutra y alineada.
Los collarines solo limitan la flexo-extensión, siendo poco efectivos en
la restricción de otros movimientos para los que debemos utilizar elementos
complementarios (manos del rescatador en un principio y elementos
inmovilizadores laterales que impidan la rotación en un segundo tiempo). El
collarín no inmoviliza adecuadamente por sí solo.
2.- OBJETIVO
El objetivo del uso del collarín es la fijación de toda la columna con
diferentes procedimientos que irán introduciéndose simultáneamente al tratamiento
de otras lesiones.
3.- MECANISMO
DE ACCIÓN Y FUNCIONES
El diseño
biomecánico general del collarín y la incorporación de los apoyos mentoniano y
occipital descargan, de forma efectiva, la presión sobre los discos
intervertebrales y relajan los músculos y ligamentos de la zona, además de
equilibrar la cabeza y mantenerla en la posición de flexión-extensión neutra .
El mecanismo limita la posibilidad de flexionar, extender y rotar el cuello. La
conformación y adaptación adecuada al hombro y al contorno de la mandíbula
permite que la estabilidad sea la adecuada.
Por tanto, con esta ortesis se consigue disminuir la movilidad de la
región cervical, aunque hay que señalar que no se llega nunca a producir una
inmovilización total. Con todo ello se consigue que disminuya el dolor y
prevenir lesiones medulares en caso de traumatismo grave (laboral, de tráfico,
etc.).
4.- REQUISITOS
El collarín ideal debe cumplir unos requisitos para poder
inmovilizar casi el 100 % de la columna cervical. Estos requisitos son:
a.
Ser rígido
b.
Tener un apoyo mentoniano
c.
Tener un orificio anterior
5.- CARACTERÍSTICAS DEL COLLARÍN CERVICAL
a. Debe apoyar el peso de la cabeza en posición neutra.
b. Debe evitar los movimientos laterales, rotacionales y anteroposteriores
de la cabeza.
c. Debe ser cómodo, translúcido en las radiografías y compacto
d. Fácil de colocar
e. No debe alterar la posición ni la función de estructuras
importantes de las vías respiratorias, ni afectar de manera adversa la
circulación cerebral.
f.
Diversidad de tallas.
6.- TIPOS
Existen tres tipos de collarines como son los blandos o de alerta
(inmovilizan mal), los semirrígidos y los rígidos son los indicados en el
manejo del paciente poli traumatizado.
6.1. Collarines Blandos
Fabricados de goma espuma y forrados de
tela o plástico, tienen una forma rectangular con muescas y no se disponen de
un tallaje suficiente. Sólo son recomendables para un tratamiento
rehabilitador.
No se recomienda la utilización de collarines blandos pues, además de no
inmovilizar, pueden comprimir excesivamente el cuello, disminuyendo el retorno
venoso y aumentando la PIC en los traumatismos craneoencefálicos severos.
Además, debemos evitar que el collarín cree una presión excesiva en el
maxilar inferior tendiendo a mantener la boca cerrada puesto que en caso de
vómitos favorecería las aspiraciones bronquiales.
6.2.- Collarines Semirígidos
El más conocido es el de Thomas, fabricado en material plástico y que
consta de dos partes; anterior y posterior que se pueden modular modificando su
altura. Se dispone en 5 tallas de las que la número 1 y 2 se corresponden a las
pediátricas.
6.3.- Collarines
Rígidos (Philadephia y Sitfneck)
Mantienen una
posición anatómica del cuello. Formados por dos piezas: posterior y anterior
con 4 puntos de apoyo:
a. Anteriores: mentonianos y clávículo – esternal
b. Posteriores: mastoideos y espalda.
Así mismo presentan un hueco en la pieza anterior, que permite el acceso al
cuello para poder valorar el pulso carotídeo, realizar una traqueostomía de
urgencia y/o una intubación retrógrada con fiador. Algunos presentan una
abertura trasera permitiendo así la palpación de la zona cervical y el drenaje
de sangre y otros fluidos. Normalmente se encuentran en forma de kit con 4
tallas de adultos y 2 pediátricas.
Con todos estos modelos, se considera que es el Philadelphia el que
consigue una mejor inmovilización de la columna cervical en el movimiento de
flexo – extensión, aunque no llega al 100 % de restricción de movimiento.
7.- TÉCNICA DE COLOCACIÓN DEL COLLARÍN
En cuanto a la técnica son dos las personas que lo realizan para una
mejor colocación del collarin cervical que explicaremos a continuación:
7.1. Explorar el cuello buscando posibles cambios de coloración, deformidades,
pulsos carotídeos.
7.2. Estabilizar la columna cervical, colocándola en
posición neutra (deja un hueco entre el occipucio y la vertical, que evita una
hiperextensión del cuello). Las manos del rescatador se deben
colocar alrededor de la base del cráneo, y sosteniendo la mandíbula con los dedos índice y medio, y el occipital con los pulgares y las palmas. En ocasiones es necesario realizar una tracción suave para levantar la cabeza del paciente, hasta que los ojos queden mirando al frente, para facilitar la inmovilización.
7.3. Elegir el tamaño y tipo de collarín a utilizar (si es pequeño puede comprimir vasos y
facilitar la flexión y si es grande no inmovilizará). Medir la distancia entre el músculo trapecio
y borde inferior de la mandíbula. Tener en cuenta que algunos collarines, para
facilitar su almacenaje vienen sin montar completamente. No es tan raro
encontrar collarines ``a medio montar´´ colocados en cuellos de pacientes.
7.4. Retirar pelo, ropa cadenas que puedan entorpecer la operación de la
colocación.
7.5. Sin que el anterior rescatador suelte la inmovilización manual,
un segundo rescatador coloca el collarín cervical alrededor del
cuello para proporcionar estabilidad a la columna. A pesar del apoyo que
proporciona el collarín, no
sustituye totalmente al apoyo
que realiza la tracción manual que realiza el primer rescatador.
7.6. Aseguramos que los elementos de fijación están correctamente anclados.
7.7. Mantener el sostén manual hasta que se asegure
la inmovilidad mediante otros dispositivos de inmovilización.
8.- POSIBLES COMPLICACIONES
8.1. Movilización inadecuada del
cuello. Posibilidad de lesiones espinales.
8.2. Aplicación de talla pequeña,
permitiendo la flexión cervical.
8.3. Aplicación de talla grande, obligando
a la extensión cervical.
8.4. Cierre excesivo del collarín,
produciendo incomodidad y dificultad respiratoria.
8.5. Inadecuado cierre del collarín:
desprendimiento del mismo y pérdida brusca de inmovilidad.
muy buen manual de procedimientos
ResponderEliminarMuy bien
ResponderEliminarEsta excelente pero me gustaría las fuentes
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